¿Cuál es el origen del lavado de dinero?
La Real Academia de la Lengua Española (RAE) refiere el delito “blanqueo” que consiste en el adquirir o comerciar bienes, dinero generalmente, procedentes de un delito grave, entendido como delito fuente que comprende algunas acciones como el narcotráfico, secuestro, extorsión, entre otras. Sin embargo, el Diccionario Panhispánico del Español Jurídico sí acuña el término “lavado de activos” y se refiere a la acción que llevan a cabo personas o empresas para ocultar el dinero procedente de un delito.
Pero, ¿cómo y cuándo aparece el término?
En la cultura popular se parte de la referencia de Al Capone como precursor del término. Este gánster estadounidense de orígenes italianos estuvo vinculado al contrabando de licor ilegal durante la ley seca de Estados Unidos en 1920. Es así que, según la prensa de la época, los ingresos anuales de Al Capone superaban los USD 100 millones provenientes del contrabando de alcohol y el juego. Además, en 1928 adquirió una cadena de lavanderías para, supuestamente, darle apariencia de legalidad al dinero proveniente de actividades ilícitas. Es así que presuntamente nace el término lavado de dinero a partir de la adquisición de estas lavanderías.
Sin embargo, según el abogado penalista Diego Renoldi de Oliveira, esta consideración sobre el nacimiento del término solo responde a una romantización del personaje, ya que el término ni siquiera existía para la época y, por ende, tampoco había regulación o prohibición alguna al respecto.
Siguiendo el origen del término, la condena de Al Capone fue por evasión de impuestos al no declarar sobre la totalidad de sus ingresos, incluidos los que fueron obtenidos de manera ilegal. Para considerar la acción de lavar dinero hay que cumplir con tres etapas claves (colocación, estratificación e integración) y en ningún momento Al Capone cumplió con estas etapas, ya que no era necesario, pues el estado apuntaba a cobrar impuestos sobre todas las ganancias, sin importar si eran ilegales o no.
Entonces, Renoldi de Oliveira registra que el término aparece por primera vez en los periódicos estadounidenses en 1973 a raíz del escándalo Watergate. Y no fue sino hasta 1986 que se empezó a criminalizar esta práctica a través del Money Laundering Control Act. Incluso, se sabe que en los años 60 las prácticas de la mafia para ocultar el dinero era enviarlo al extranjero sin ser rastreado por los controladores de impuestos para evitar las obligaciones tributarias. Estas acciones se pueden entender como el origen de los paraísos fiscales.
Entonces, se entiende que el término obedece a la acción de limpiar o ‘blanquear’ el dinero ‘negro’ a través de la acción de lavar. Un término relativamente sencillo que describe de forma literal las acciones que se llevan a cabo.
¿En qué consisten las etapas del Lavado de Activos?
Como se mencionó antes, para considerar que la acción de lavar dinero se lleva a cabo es necesario cumplir con tres etapas claves que se definen de la siguiente forma:
Colocación
Suele ser la etapa más difícil del proceso, ya que, para que sea exitosa, debe hacerse casi en paralelo de la recepción del dinero para que no sea rastreado por las autoridades. La colocación es simplemente una inyección de dinero no justificado a un negocio.
Estratificación o transformación
Este paso consiste en dividir el dinero de la colocación en diferentes montos, por lo general pequeños para dificultar su rastreo. Este paso se lleva a cabo a través de transferencias bancarias, compras de bienes raíces o bienes de lujo.
Integración
Este paso tiene como objetivo insertar los fondos ilegales ya blanqueados en la economía a través de ventas de bienes o transacciones pequeñas que dejen su rastro en el sistema financiero y que evidencien legalidad. Es tan sencillo como vender los que se obtuvieron en la estratificación con el dinero de la colocación.
¿Por qué se habla de Lavado de Activos, Financiación del Terrorismo y Financiación de la Proliferación como un solo conjunto?
Pensar en Lavado de Activos (LA), Financiación del Terrorismo (FT) y Financiación de la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva (FPADM) en conjunto puede resultar confuso, ya que parecen apuntar en direcciones distintas. Sin embargo, las tres acciones están contempladas por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y se encuentran en las recomendaciones que deben tener en cuenta los países comprometidos con la lucha contra estos delitos. Así mismo, las tres acciones tienen en común que, para ser posibles, explotan las mismas vulnerabilidades de los sistemas financieros para ser posibles a través del anonimato y la opacidad de las transacciones.
En ese sentido, las tres acciones deben ser tenidas en cuenta por los países comprometidos con el GAFI y, así mismo, regularlos y exigir que las empresas y entidades nacionales cuenten con unos sistemas que permitan mitigar los riesgos de LA, FT y FPADM.
¿Por qué es importante hablar de este tema en el entorno empresarial?
Así como el origen del término se atribuye a Al Capone, la popularización del mismo se ha dado a través de grandes criminales de la historia como Pablo Escobar. Por eso es normal pensar que el lavado de activos solo se da en términos de grandes delincuentes y grandes sumas de dinero. Pero el lavado de activos se puede dar en esferas pequeñas y con pequeñas sumas de dinero que deban ser ocultadas por delitos pequeños como robos o sobornos.
Por eso es fundamental que las empresas cuenten con un sistema y unos protocolos para verificar cualquier actividad relacionada con dinero y bienes y así evitar incurrir en delitos de lavado de activos. Algunas acciones que se pueden cumplir para evitar estos delitos son:
- Contratar personas aptas para manejar los dineros de la compañía al comprobar la idoneidad a través de procesos de verificación de antecedentes y revisión en listas vinculantes con herramientas como la de Tusdatos.
- Hacer una auditoría constante de los procesos que involucren bienes y dineros en efectivo.
- Cerciorarse de que las empresas con las que se van a establecer relaciones son íntegras y no tienen ningún proceso relacionado con LA, FT o FPADM. Este proceso se puede llevar a cabo con la herramienta RADAR para garantizar el acceso a información actualizada y confiable.
- Contar un sistema de gestión de riesgo que determine los controles y las acciones para frenar los posibles delitos.
- Hacer capacitación constante a empleados, socios y directivos sobre la vulnerabilidad frente a estos delitos y la importancia de contar con unos protocolos para identificarlos y frenarlos.
Finalmente, es claro que no siempre se podrán identificar los delitos de LA, FT y FPADM, pero tomar todas las medidas posibles disminuirán considerablemente los riesgos. Es así que, contar con aliados como Tusdatos.co para verificar antecedentes y la transparencia de las empresas, es clave para cualquier organización que quiera luchar firmemente contra los delitos que atentan contra la integridad de los países y sus activos.
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