¿Por qué contar con una buena gestión LAFT?
Para responder esta pregunta sería válido, de manera inicial, responder la misma pregunta que plantea la Guía para la adopción de un Sistema de Gestión del Riesgo de Lavado de Activos y de Financiación del Terrorismo en el sector real, elaborada por la Superintendencia de Sociedades: ¿es necesario proteger su negocio de los riesgos de lavado de activos, financiación del terrorismo y contrabando?
Como la respuesta seguramente es un sí, lo importante es saber el porqué. Una de las explicaciones es clave y a la vez obvia: toda actividad tiene riesgos, que aunque dependen del contexto de la organización y debe ser el primer paso ante tomar la decisión de prevenir, existen y son reales, además se presentan de manera interna y externa.
¿Cómo se logra una buena gestión en prevención LAFT?
Ahora bien, hay que partir de la base que si sabemos que existen las amenazas, hay que entender también qué las origina. En el caso de la gestión ante el riesgo de lavado de activos y financiación del terrorismo es que hay que establecer controles, políticas o procedimientos, inculcar o promover valores institucionales sólidos que prevengan actos de corrupción como los son ser cómplices de alguna actividad ilícita. Todo ello para evitar que las amenazas se materialicen.
De otro lado, están otros públicos de la organización que también pueden traer riesgos, como lo son clientes, proveedores, comunidad o terceros, momento en el que es importante preguntarse qué procedimiento se realiza para estar seguros de que estos no tratan de involucrar “a los negocios directa o indirectamente en actividades ilegales”, según advierte la Supersociedades.
“Una de las maneras como las organizaciones criminales pueden involucrar a los negocios en actividades ilegales, como el lavado de activos, la financiación del terrorismo o el contrabando, es con propuestas económicas atractivas. En adición, el dinero, activos o riqueza ilícita crea escenarios de competencia desleal, corrupción e influyen de manera negativa en el desempeño y sostenibilidad de los negocios”, agrega la entidad al respecto.
¿Qué pasa si no se identifican esas amenazas en materia de LAFT?
Por si eso no es suficiente, hay que añadir que las amenazas de estos delitos para las empresas serán un fantasma que los perseguirá en todas las etapas del ciclo de vida, si no hay una gestión adecuada. Esto puede dañar o alterar lo que se conoce como su cadena de valor, independiente de qué tan grande sea, a qué sector de la economía pertenezca o dónde se ubique.
Esto sin contar que resultar involucrado en alguno de estos delitos puede hacer que la organización caiga en procesos legales o administrativos que impliquen “la cancelación de licencias, la pérdida de patrimonio o la mala reputación que ponen en peligro su continuidad y existencia”, dice la Supersociedades.
Es aquí donde la pregunta inicial se resuelve: después de ver un escenario de riesgo y en el que la prevención hace toda la diferencia, es fundamental que las organizaciones se blinden frente a los riesgos de LA/FT y el contrabando, porque las organizaciones criminales pueden tratar de usar sus negocios o involucrarlos en sus actividades ilegales.