Tipologías y alertas detectadas por el Gafilat
El Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (GAFILAT) es una organización intergubernamental que forma parte de uno de los grupos regionales del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), para prevenir, detectar y combatir el lavado de activos, financiamiento del terrorismo y el financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva.
El GAFILAT está conformado por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay. Otros países participan como observadores de la mano de organizaciones internacionales, con la posibilidad de cooperar en las acciones para combatir estos delitos, a partir del estudio, investigación y clasificación de los casos y tipologías encontrados en las diferentes regiones.
A través de una observación continua se establecen una serie de tipologías gracias a la clasificación y descripción de diferentes técnicas utilizadas por la delincuencia organizada en cada región para lavar dinero proveniente de actividades ilícitas. Asimismo, se busca dar cuenta de los movimientos de estas actividades entre distintas zonas geográficas y sujetos.
Cuando se detectan métodos o esquemas similares en LA/FT, podría clasificarse como una tipología que, sin embargo, está sujeta a presentar variaciones y diversas modalidades, dependiendo del lugar, la actividad y los medios usados.
De acuerdo a lo anterior, se presentan una serie de señales de alerta relacionadas con el estudio de los casos que se han conocido e investigado, y ayudan a las entidades a prevenir este tipo de delitos.
Los sectores más vulnerados por el lavado de activos
Según el Informe de Tipologías Regionales de LA/FT 2019-2020 de GAFILAT (última actualización), tras analizar las tipologías identificadas se encontró que los sectores: bancario (37%), los notarios (10%), automotriz (8%), inmobiliario (8%) e instituciones financieras (6%), fueron los más utilizados por las organizaciones criminales para realizar operaciones de lavado de activos. Sin embargo, se debe aclarar que la validez de los hallazgos corresponde a los casos que Gafilat pudo examinar durante este periodo.
Algunas tipologías y alertas detectadas por el Gafilat
De acuerdo a las investigaciones realizadas por el Gafilat y reportadas en su informe (2019-2020), las tipologías que más se utilizaron como técnicas para el lavado de dinero ilícito fueron la creación y utilización de personas y estructuras jurídicas, presente en un 52% de los casos analizados; el uso de testaferros (31%); el fraccionamiento de dinero (11%) y la subfacturación de bienes y servicios (con un 5%).
El uso de personas y estructuras jurídicas se asoció principalmente a delitos de corrupción (cohecho, tráfico de estupefacientes y sustancias psicotrópicas, malversación de fondos públicos y delitos fiscales), delitos ambientales (minería ilegal, tala ilegal, tráfico ilegal de vida silvestre, entre otras) y trata de personas, pues son casos en los que además de ocultar el origen ilícito también se hace lo mismo con el beneficiario final, es decir, quien controla a estas personas y estructuras jurídicas.
Según el informe, el uso de testaferros, especialmente familiares o allegados, predominó en los casos en los que los criminales actúan de forma independiente y, además, se identifica que varios testaferros colaboraron en las actividades delictivas por medio de la inscripción de bienes bajo la dirección de terceros. Se señala que en los casos de organizaciones criminales complejas, se hizo uso de cuentas bancarias de terceros y notarios con la intención de ocultar el origen de los fondos.
El análisis de estas tipologías muestra una relevante vulneración en los sectores bancarios, notarios, automotriz, inmobiliario y de abogados. Casos en los que se observó el uso de dinero en efectivo, cuentas bancarias, cheques, transferencias a distintas zonas y la compra de vehículos.
Es importante mencionar que, en lo respectivo al COVID-19, se pudo asociar actividades delictivas como el contrabando, extorsión, fraude, malversación de fondos y falsificación de medicamentos e insumos médicos:
“del análisis de los casos se logró identificar que los grupos delictivos utilizaron personas y estructuras jurídicas que facilitaron la distribución de insumos médicos falsificados y la canalización de los fondos ilícitos a través del sistema financiero. Adicionalmente, se identificó el uso de testaferros, que al igual que en la corrupción, los funcionarios públicos utilizaron parientes o socios cercanos en sus esquemas de LA” (Informe Gafilar, 2019-2020).
En este sentido, los sectores más vulnerados fueron las entidades de salud, los notarios y bancos.
Por otra parte, el fraccionamiento de dinero se asoció con los delitos de trata de personas y tráfico ilícito de migrantes, contrabando y tráfico de estupefacientes y sustancias psicotrópicas. Esto supuso un envío y recepción de remesas y transferencias internacionales “por debajo de los umbrales establecidos por las instituciones financieras”. También se evidenció el fraccionamiento de operaciones de cambio de divisa para no alertar a las instituciones financieras respecto a ciertos montos.
En este caso, también el sector bancario fue uno de los más vulnerados a través del uso de depósitos en efectivo, transferencias, emisión de certificados y solicitudes de créditos. Se destacó el uso de empresas de remesas, notarios, entidades de seguro y empresas del sector automotriz. Además, se identificó operaciones con tarjetas de crédito y criptomonedas; compra y venta de divisas y cheques; compra de inmuebles, joyas y automóviles.
En el caso de la subfacturación de bienes, se relaciona con la explotación ilegal de recursos naturales y su contrabando a través de documentos falsos, uso de efectivo, transferencias, empresas fachadas, depósitos en cuentas bancarias y cheques.
Se pudo analizar la subfacturación de bienes en importaciones que se lograron identificar debido a transferencias realizadas al exterior con un monto mucho mayor de lo declarado a la aduana.
Otra característica importante que se halló fue el transporte ilícito de dinero por frontera, realizado por compartimentos oscuros de vehículos y equipajes, el cual se asoció a delitos de contrabando, tráfico de estupefacientes y sustancias psicotrópicas.
El informe mencionado en cuestión presentó una compilación de 56 casos en los que se describen e ilustran diferentes tipologías que valen la pena revisar. Asimismo, las tipologías aquí descritas muestran un resumen de las conclusiones más importantes e indican algunas de las señales de alerta en los casos que hacen referencia a los productos y operaciones que permitieron detectar el movimiento de diferentes organizaciones delincuenciales para lavar dinero proveniente de actividades turbias.