Sociedades Offshore y los Pandora Papers
“Empresa creada en centros financieros con un nivel impositivo muy bajo” es la definición que le da el Diccionario panhispánico del español jurídico, de la RAE, al concepto offshore. Pero su origen es más antiguo que lo que se conoce ahora; es una palabra anglosajona, cuyo significado es “alejado de la costa o mar adentro”, de allí que se use para connotar tipos de negocios que se realizan en alta mar.
¿Por qué se habla de Pandora Papers?
El término no es nuevo, pero ahora es muy popular debido al escándalo de los papeles de Pandora, en los que se revelaron los negocios de personalidades del ámbito nacional e internacional en los conocidos paraísos fiscales.
En este trabajo periodístico, que elaboraron 150 medios de 117 países, se muestra la cantidad de personas que usan esta figura jurídica en naciones en las que hay menos restricciones y sin pagar impuestos en sus lugares de origen.
En total, 601 personas provenientes de España están implicadas en el lío, aunque expertos reconocen que hay graves vacíos en el funcionamiento y legislación de las sociedades offshore.
¿Qué dice la Supersociedades sobre las sociedades offshore?
Para la muestra un botón. La misma Superintendencia de Sociedades reconoció en un oficio que en el marco jurídico de Colombia no se contempla norma alguna que defina de manera expresa los conceptos de “sociedades Offshore”, “empresas de papel” ni “empresas fachada”, tomando como referencia el Código de Comercio, en particular el Título III del Libro 2º, los Tratados internacionales de derecho comercial, y las disposiciones pertinentes del Código Civil.
Lo que sí está definido y es ampliamente conocido es la lista de los países que son considerados paraísos fiscales. Según la Unión Europea, en la actualidad son 12 las «jurisdicciones no cooperativas en asuntos fiscales»: Samoa Americana, Anguila, Dominica, Fiji, Guam, Palau, Panamá, Samoa, Seychelles, Trinidad y Tobago, Islas Vírgenes Estadounidenses y Vanuatu.
“Por su parte las empresas o sociedades de fachada o de papel, son otro fenómeno atípico que se presenta en ámbito societario y en términos generales obedecen a estructuras simuladas, cuya apariencia corresponde a un tipo de sociedad legítimo, o cuando en la creación de una empresa intervienen terceras personas para aparentar la supuesta pluralidad de asociados o el supuesto cumplimiento del número de socios que la ley exige, o cuando una sociedad real es empleada como persona interpuesta o “testaferro”, entre otras situaciones”, reconoce la entidad en un documento de 2016.
¿Por qué son creadas las sociedades offshore?
De otro lado, expertos en la materia han señalado que otro de los factores por los que las sociedades offshore son utilizadas es por la facilidad que hay de crearlas. De acuerdo con Forbes, el costo es cercano a los US$1.162 (4.4 millones de pesos colombianos), aunque lo normal es que un abogado o un bufete de abogados realice el proceso, por lo que el valor se incrementa hasta los US$5.800 (21.9 millones de pesos).
¿Implica un riesgo involucrarse con sociedades offshore?
Lo que sí es un hecho es que tener negocios con este tipo de sociedades es un riesgo. Así lo evidencia la investigación de la facultad de Ciencias Económicas, Departamento de Ciencias Contables de la Universidad de Antioquia elaboró, ‘Los paraísos fiscales en la actualidad colombiana: análisis de su propia problemática y de sus implicaciones económicas y tributarias’.
Allí se señala que su uso es por medio de la “intermediación simulada de operaciones entre países de tributación ordinaria: es decir, son sociedades que sirven como puente entre transacciones internacionales con el fin de esconder el verdadero origen de la operaciones y lograr disminuir la carga tributaria que los inversionistas soportan en su país de origen. Normalmente, los inversionistas a los que se hace referencia son dueños de otra empresa ubicada en un país con tributación ordinaria y, en ocasiones, son los mismos dueños de las sociedades offshore”.