Regulaciones AML en Fintech
Las Anti Money Laundering (AML) son normativas diseñadas para prevenir y detectar el blanqueo de capitales, y sirven para sancionar a quienes se impliquen en este tipo de actividades ilegales.
El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) establece los requisitos que se deben cumplir a nivel internacional. Pero, los marcos regulatorios pueden variar de acuerdo a cada jurisdicción, la cual puede desarrollar sus propias directrices a través de organismos facultados para multar y sancionar a las organizaciones que incumplan con las normativas AML en el país.
Las regulaciones AML tienen el objetivo de proteger el sistema financiero a través de medidas que exigen a las instituciones financieras y empresas a cumplir con determinados requisitos, tales como la identificación y verificación de clientes (KYC), el seguimiento y notificación de transacciones, la evaluación y gestión de riesgos y la formación de los empleados en relación al cumplimiento de dichas normativas.
Por otra parte, Fintech (tecnología financiera) es un sector constituido por organizaciones que usan tecnología para diferentes procesos financieros, con la intención de mejorar y automatizar los servicios. La Fintech es una industria que crece exponencialmente según los intereses de los consumidores y las empresas. Abarca servicios de banca móvil, aplicaciones de inversión, servicios de pago, remesas, préstamos, seguros, entre otros. Dentro de los objetivos principales de este tipo de empresas está: posicionarse como servicios financieros novedosos, simplificar procesos financieros, representar mayor eficiencia a nivel de costes, ofrecer distintas soluciones a través de la tecnología, generar una mayor accesibilidad a los productos financieros con transparencia y añadir un valor a los servicios financieros que ya existen.
La cantidad de empresas Fintech ha crecido durante los últimos años. Además, de acuerdo con el informe económico de mayo del 2022 de la Asociación de Fintech en Colombia: “Los ingresos del ecosistema Fintech reflejan un crecimiento robusto del sector. De 2017 a 2021 los ingresos reales del ecosistema crecieron en promedio 27% anualmente, alcanzando la cifra récord de 3,7 billones de pesos en 2021, de acuerdo a Radata. (...) representa el 0.31% del PIB de Colombia en 2021”.
A pesar de que este sector en Colombia no cuenta con una regulación específica, está en la obligación de cumplir con diferentes disposiciones normativas en el ámbito del ordenamiento jurídico, como por ejemplo, la Ley 527 de 1999 de comercio electrónico, Ley 1266 de 2008 de Hábeas data financiero y manejo de información en bases de datos personales, Ley 1328 de 2009 de Protección al consumidor financiero, Ley 1273 de 2009 de delitos Informáticos, Ley 1581 de 2012 de Protección de datos personales, Ley 1735 de 2014 de Inclusión Financiera, CONPES 3920 de 2018 (Política nacional de explotación de datos -big data-), CONPES 3975 de 2019 (Política nacional para la transformación digital e inteligencia artificial), Decreto 2443 de 2018 (Inversiones en Fintech por parte de entidades vigiladas por la SFC), Decreto 222 de 2020 (Productos financieros y corresponsales móviles y digitales), Decreto 620 de 2020 (Servicios ciudadanos digitales), entre otras.
La digitalización financiera, ofrece grandes beneficios y es un industria en constante desarrollo, que, como todos los sectores, se enfrenta a amenazas de fraude financiero. Es preciso señalar que las Fintech también se ocupan de la gestión y prevención de procesos LAFT a través del uso y creación de tecnologías complejas.
Adicionalmente, es importante que refuercen la seguridad de sus plataformas internas para proteger la identidad y datos de los usuarios a través de sistemas automatizados. Generalmente, los sistemas de gestión combinan la encriptación, la conectividad y el uso de machine learning (aprendizaje automático) para la detección de ataques. Estos sistemas incluyen herramientas para la validación de identidad biométrica, reconocimiento digital de los clientes, restricción de transferencias a cuentas de terceros y el enriquecimiento de datos para evitar procesos tediosos de verificación, utilizando información encadenada entregada por los usuarios, con bases de datos externas que permiten detectar irregularidades, como por ejemplo, la existencia de algún usuario en listas negras o actividades sospechosas.
Este tipo de soluciones permite a las Fintech responder a desafíos AML, ya que la digitalización de diferentes procesos, en gran medida, facilita la prevención y gestión fácil y rápida de muchos ataques o fraudes financieros. Se evidencia un gran potencial para cumplir con las normativas, a través de sistemas de Onboarding de clientes o procesos de KYC, la supervisión continua y automática de cambios en los riesgos para realizar evaluaciones más precisas, como también, el monitoreo de transacciones para detectar posibles señales de alerta AML y la puntuación de riesgo.
Sin embargo, se debe anotar que muchas empresas no cuentan con los procesos o tecnologías desarrolladas para responder a este tipo de requerimientos y normativas AML de prevención y gestión contra el LAFT. Por lo que es necesario que se apoyen de proveedores que brinden servicios basados en tecnología para asegurar el cumplimiento de las regulaciones y evitar sanciones.
De esta manera, servicios de consulta de validación de terceros como los que ofrece Tudatos, son indispensables para los procesos de conocimiento de clientes en pro de cumplir con las normativas de manera eficaz, ya que facilita parte del cumplimiento AML, trás la consulta de bases de datos nacionales e internacionales oficiales, solo en cuestión de segundos. Lo que representa una optimización en los recursos de las organizaciones.
No obstante, hay aspectos que se deben tener en cuenta al momento de trabajar de la mano con empresas Fintech, como lo es el hecho de que no cuentan con sucursales físicas, lo que puede resultar en inconvenientes a usuarios que tienen pocas herramientas en el manejo de Internet.
Además, no todas las empresas trabajan con tecnología blockchain, lo cual es riesgoso para la seguridad de la información. También, es importante recalcar que los canales financieros digitales tienen una regulación más laxa, ya que es un entorno novedoso que se extiende rápidamente. Por lo que el fraude financiero digital es un punto clave para tener en cuenta, ya que las empresas de tecnología financiera están enfrentando un flujo inédito de clientes, lo que ha llamado la atención de delincuentes financieros que aprovechan las nuevas oportunidades que ofrece la tecnología para cometer actividades ilícitas.
Como resultado, las empresas de tecnología financiera deben abordar desafíos en cuanto al proceso de onboarding, asegurando un sólido análisis de AML y KYC para cumplir con las crecientes regulaciones y ayudar a prevenir lavado de dinero, fraude y otros delitos financieros. Además, debido a la creciente competencia y las expectativas digitales de los consumidores, es fundamental diseñar todos los procesos de AML pensando en la experiencia del cliente.
Bibliografía
https://colombiafintech.co/lineaDeTiempo/articulo/regulacion-fintech-colombia
https://blog.legis.com.co/juridico/activos-virtuales-gestion-riesgos-laft-colombia
https://www.iebschool.com/blog/que-es-fintech-finanzas/
https://www.iebschool.com/blog/presente-futuro-sector-fintech-espana-finanzas/
https://colombiafintech.co/static/uploads/Informe%20Economico%20Colombia%20Fintech.pdf
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