¿Qué es el trabajo a distancia y cuáles son sus modalidades?
Muchos aún estamos acostumbrados a las formas de trabajo tradicional en las cuales debemos asistir a un lugar físico, encontrarnos con nuestros compañeros o jefes y cumplir una serie de actividades en horarios determinados. Sin embargo, con los importantes avances tecnológicos y la virtualización creciente que se vivió con la pandemia COVID-19, la vida cotidiana tuvo enormes cambios y uno de los más importantes fue en el campo laboral. Con el aislamiento empezaron a surgir nuevas modalidades de trabajo, es por eso que ahora nos enfrentamos a conceptos y tareas que pueden ser novedosas y desconocidas para muchos.
El trabajo a distancia se ha hecho cada vez más popular y es importante familiarizarnos con él y sus modalidades. Para empezar, debemos entender que esta forma de trabajo se define como el desarrollo de actividades de trabajo por fuera de la oficina, empresa o terreno. Y las formas de trabajo a distancia deben diferenciarse del trabajo independiente, autónomo o freelance, ya que cuando se es independiente, por ejemplo, se pueden determinar los propios proyectos, horarios o clientes; mientras que el trabajo a distancia implica una relación de dependencia con la empresa.
Con el trabajo a distancia el traslado diario a los lugares de trabajo, así como el tiempo y dinero que ello implica, empiezan a ser reemplazados por herramientas tecnológicas como el teléfono, computadores, correo electrónico, diferentes tipos de aplicaciones de mensajería instantánea y plataformas con diversas funciones que permiten el desarrollo óptimo de actividades laborales.
¿Cuáles son las modalidades del trabajo a distancia?
El trabajo en casa, el teletrabajo y el trabajo remoto son modalidades de trabajo a distancia que difieren entre sí en cuanto a asistencia, instalaciones y uso de los equipos, y a su vez cada una está regulada por una ley diferente:
Trabajo en casa
Este tipo de trabajo está regulado por la Ley 2088 de 2021. Se presenta cuando hay circunstancias especiales u ocasionales que no permiten que el empleado desarrolle sus actividades en el lugar habitual, como ocurrió con la pandemia COVID-19, que impulsó esta modalidad a través del uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). El trabajo en casa permite al trabajador desempeñar transitoriamente sus actividades laborales por fuera del lugar habitual, sin la modificación o desmejora del contrato y condiciones laborales. En esta modalidad el empleador debe encargarse de suministrar equipos para el cumplimiento de las actividades y tendrá la licencia para exigir a sus empleados el retorno a la presencialidad.
Teletrabajo
Está regulado por la Ley 1221 de 2008 y consiste en la utilización de las TIC como soporte para el contacto entre la empresa y el trabajador que desempeña actividades remuneradas, sin la necesidad de presencia física en un espacio determinado. Sin embargo, se puede presentar una alternancia entre la presencialidad y la no presencialidad y, en esa medida, deberán adaptarse los reglamentos de la empresa y el Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST). La empresa tiene la responsabilidad de proveer programas, conexiones, gastos de energía y desplazamientos necesarios para el desarrollo de las actividades de la organización por parte del trabajador.
Trabajo remoto
Lo regula la Ley 2121 de 2021 y su diferencia radica en que el trabajador, desde el inicio del contrato hasta el final del contrato, debe realizar sus labores de manera remota, a través del uso de las TIC u otros medios que excluyen cualquier tipo de interacción presencial entre el empleador y el trabajador. El contrato debe cumplir con la firma digital y las condiciones laborales deben quedar estipuladas por escrito. Aunque las jornadas están previstas en el Código Sustantivo del Trabajo (CST), la empresa y el trabajador pueden acordar la distribución de horarios con el fin de lograr flexibilidad en las jornadas laborales. Al igual que en las otras modalidades, la organización también debe encargarse de proveer herramientas, conexiones, equipos, programas, costos de energía, internet, telefonía y los desplazamientos requeridos.
El trabajo a distancia puede reducir costos, aumentar la satisfacción por parte de los trabajadores, que tendrán que invertir menos tiempo y dinero para transportarse, y lograr un mayor equilibrio entre trabajo y vida personal. Sin embargo, existen factores atener en cuenta al momento de emplear estas modalidades, como, por ejemplo, la necesidad que tienen algunas personas de llevar una planeación y administración cuidadosa, tanto del tiempo como del espacio de trabajo, para obtener mayor productividad laboral y no experimentar una pérdida de objetivos. Además, es importante tener en cuenta que se debe garantizar el derecho al descanso y a la desconexión laboral en cada una de las modalidades.