¿Me sirve implementar el Sagrilaft voluntariamente?
¿Cuántas empresas colombianas están obligadas?
Según el medio de comunicación “Portafolio”, existen alrededor de tres millones de empresas activas en Colombia a corte del mes de agosto de 2022, de las cuales alrededor de diez mil son vigiladas por la Superintendencia de Sociedades. Estas organizaciones tienen la obligación de implementar y poner marcha un sistema de prevención de lavado de activos y financiación del terrorismo, más comúnmente conocido como Sagrilaft. Sin embargo, tan solo el 0,3% de las empresas están obligadas a llevar un sistema antilavado.
¿Me salvé de implementar un sistema antilavado?
Depende de la perspectiva que tenga la empresa. Si la implementación de un sistema de gestión de riesgos de lavado de activos es visto como una carga y un gasto más que impone los entes de control, claro que nos salvamos de dicha implementación por no ser sujetos obligados, pero si la visión que tiene la empresa es diferente y no lo percibe como un gasto a corto plazo, sino como una inversión a largo plazo, la respuesta es diferente. Debemos tener siempre presente los intereses de la compañía.
¿Qué dicen la normatividad vigente?
El numeral 9 de la Circular Externa 100-000016 del 24 de diciembre de 2020, que actualiza el capítulo X de la Circular Básica Jurídica, menciona que “La Superintendencia de Sociedades, como una buena práctica empresarial y de buen gobierno corporativo, recomienda a las empresas sometidas a su supervisión, que no se encuentren obligadas a adoptar las indicaciones del presente Capítulo X, estudiar de forma específica si se encuentran expuestas a un Riesgo LA/FT/FPADM o riesgos asociados. De modo que, las medidas señaladas, se adopten de forma voluntaria como parte de la autogestión y control de los riesgos que corresponde a toda empresa”
¿Existen aspectos positivos de la implementación del Sagrilaft de manera voluntaria?
¡Por supuesto! Al realizar una implementación del sistema antilavado el principal beneficio es blindar a la empresa, es decir, que no se preste a través de sus operaciones o de forma directa como instrumento para el lavado de activos, financiación del terrorismo o la financiación de la proliferación de armas de destrucción masiva (LA/FT/FPADM). Adicionalmente, existen importantes beneficios que las empresas colombianas deberían aprovechar en pro de garantizar su permanencia en el tiempo tales como:
1. Tener una diferencia competitiva (comercialmente hablando), ya que para acceder a ciertos negocios y sectores de la economía (tanto sector privado como público) ya está solicitando que las empresas cuenten con estos sistemas de gestión de riesgos.
2. Incursión o consolidación en negocios internacionales por gestionar adecuadamente los riesgos de LA/FT/FPADM.
3. Mayor acceso a los productos del sistema financiero debido a la confiabilidad que brinda a los bancos tener implementados estos sistemas antilavado.
4. La implementación del Sagrilaft es tenida en cuenta por las autoridades como atenuantes para la disminución o eliminación de sanciones, e incluso llegar a salir absueltos de situaciones legales; en caso de que la empresa sea vinculada a cualquier situación de lavado de activos o financiación del terrorismo de manera directa o indirecta.
5. Salvaguardar la inversión de los accionistas debido a que el capital de la empresa es blindado mediante la mitigación de los riesgos de LA/FT/FPADM.
¿Todo es color de rosa por implementar el Sagrilaft de manera voluntaria?
Claro que no, los retos son grandes al momento de tomar la decisión de implementar un sistema de gestión de riesgos Sagrilaft. Esto inicia con el cambio de chip de la empresa donde se debe establece una cultura de gestión del riesgo, la cual se convierte en una pieza clave que direcciona las decisiones corporativas de la alta gerencia.
¿Debo tener Oficial de Cumplimiento?
Sí, con la condición de que no podrá pertenecer a la segunda o tercera línea de defensa, según lo establecido como buena práctica por Basilea.
¿Por tomarlo de manera voluntaria debo reportar ante la UIAF?
Es imperativo que, al momento de contar con un sistema Sagrilaft, se contrae la obligación de inscribir la empresa ante la UIAF e iniciar el proceso de reporte de operaciones sospechosas cuando la situación así lo amerite.
¿Qué retos tenemos en el futuro?
Teniendo en cuenta las diferentes normatividades en materia de PEP, las empresas colombianas tienen los siguientes desafíos:
1. Concientizar a la alta gerencia que es de gran importancia realizar voluntariamente la implementación del sistema de gestión de riesgos Sagrilaft.
2. Invertir recursos económicos para blindar a la compañía de futuros riesgos que podrían llegar a ocasionar el cierre de la empresa.
3. Solicitar acompañamiento de expertos en la implementación del sistema Sagrilaft.
4. Establecer una cultura de riesgos en toda la organización desde el cargo más alto hasta el de menor responsabilidad.