Big data en la gestión de contratos

En los últimos meses, el mundo y el país han experimentado cambios drásticos naturales que llaman la atención sobre el cambio climático y sus consecuencias en la salud de todos y en la supervivencia de los territorios. Estos cambios hacen que la agenda de las Naciones Unidas con el objetivo de 2030 se vuelva fundamental. 

Sin embargo, América Latina se ha encontrado con un problema fundamental para lograr esos objetivos y se relaciona con la información recolectada, ya que la región carece de datos suficientes para lograr el 25% de las metas.

En este punto, es cuando el concepto de big data se hace necesario para el progreso de la región no solo en materia ambiental y de objetivos, sino en todos los ámbitos posibles. Recopilar datos para generar informes y así establecer objetivos es el camino ideal para cualquier meta que se quiera alcanzar como país, empresa o persona.

Pero, ¿qué es el big data?

Con la proliferación actual que ha tenido la Inteligencia Artificial (IA), se ha colado en la conversación el concepto big data como un aspecto tan relevante o más que la misma IA. Big data se entiende como la cantidad de datos recopilados de diversas fuentes y que son almacenados para su posterior análisis. No obstante, su característica fundamental radica en el volumen de esos datos, ya que dificultan el análisis de los mismos a través de los métodos tradicionales.

Este concepto viene tomando fuerza desde la década de los 2000, cuando se estableció la definición a partir de las tres V:

Volumen: las empresas recopilan diversos datos que se van acumulando y convirtiendo en una carga. Sin embargo, con la proliferación del big data se han establecido plataformas que almacenan información de forma ligera y económica.

Velocidad: una palabra que puede definir la era del internet es velocidad. Es así como los datos llegan a las empresas a velocidades inimaginables y se hace necesario procesarlos de manera oportuna. Es así como se han establecido sensores y medidores inteligentes que manejan los datos casi en tiempo real.

Variedad: así como existen diversidad de datos y empresas, es necesario que presenten los datos en diversos formatos. El crecimiento del big data ha posibilitado tener acceso a la información en documentos de texto no estructurados, correos electrónicos, vídeos, audios, datos de teléfono y transacciones financieras.

¿Por qué es importante el big data?

En el mundo actual, el poder radica en los datos y en toda la información que se recolecta de personas, empresas, estrategias,etc. Los mejores ejemplos del uso efectivo del big data son Netflix y Spotify, empresas que tienen acceso a los datos de las preferencias de sus clientes y, de esta forma, pueden crear recomendaciones y estrategias que fidelicen a los usuarios. 

Al tener acceso a datos de diversas fuentes, se pueden desarrollar diferentes estrategias para cumplir objetivos planteados por estados, empresas o personas. Con la velocidad en la que viaja la información y el cómo se va transformando el mundo, tener acceso a la mayor cantidad de datos es fundamental. Sin datos no hay estrategias y no se pueden cumplir los objetivos.

¿Cómo puede ayudar el big data a las empresas?

Las empresas trabajan a diario para cubrir necesidades de clientes u otras organizaciones, así que tener acceso a datos les proporciona un conocimiento amplio de necesidades, vacíos en el mercado y formas de proteger a las compañías. Sin embargo, uno de los aspectos que más puede apoyar el big data en las empresas tiene que ver con la gestión de contratos al recopilar, almacenar, analizar y visualizar información sobre proveedores, precios, plazos de entrega, calidad, multiplicidad de productos o servicios, entre otros.

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¿Qué beneficios trae la implementación del big data para la gestión de contratos?

Para llevar a cabo cualquier tipo de contrato con clientes, proveedores, socios y empleados, tener acceso a el big data es necesario porque:

• Facilita la toma de decisiones al tener acceso a una diversidad de datos que evidencian puntos positivos y negativos antes de efectuar cualquier tipo de contrato.
• Optimiza el tiempo al agilizar la automatización y digitalización de los procesos relacionados con las contrataciones. Además, se reducen los tiempos y los costos en el proceso.
• Analizar y gestionar los riesgos al tener acceso a datos sobre tiempos de entrega, reputación de los proveedores, antecedentes de las personas involucradas, entre otras.
• Mejorar la eficiencia y transparencia en la contratación y generar confianza y participación ciudadana.
• Mejorar el entendimiento del entorno al recopilar datos de mercado, de la industria, del país, entre otros para entender cómo puede funcionar una estrategia o por qué no tuvo impacto en el mercado.

De igual forma, es importante entender que, hacer uso del big data debe ir de la mano con la privacidad y la ética de la recopilación de los datos y establecer la gobernanza de los datos. En otras palabras, describir con claridad los roles, los procesos y las políticas de las empresas para garantizar la exactitud, la calidad y la seguridad de los datos.

¿Cómo puedo empezar a implementar el big data en mi compañía?

Las empresas en cada proceso de contratación, sin importar de qué tipo, lo primero que hacen es solicitar acceso a datos públicos de las personas o empresas en cuestión para conocer a fondo los riesgos y beneficios de dicha contratación. Sin embargo, a menudo se ignora la cantidad de información que puede existir sobre una persona u organización y, así mismo, se ignora cómo se puede acceder a ella. Por eso, para hacer uso de los beneficios del big data se requiere contar con aliados que centralizan esa cantidad de datos y proporcionan la información clara y puntual que necesita la empresa para tomar las mejores decisiones.

Una de las herramientas que facilita el análisis del big data de empresas colombianas es nuestra herramienta RADAR. Con una visita rápida a esta fuente de datos, las empresas pueden verificar la información actualizada de cualquier compañía, confirmar el estado de activación y detectar multas o sanciones activas que puedan afectar el rumbo de los contratos y la reputación de la compañía. Además, es una herramienta sencilla que arroja toda la información correspondiente con tal solo digitar el NIT o el nombre de la empresa a consultar.

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