¿Cómo abordar conversaciones difíciles?
Todos los días, y en diferentes áreas de nuestras vidas, debemos enfrentar momentos en donde debemos manejar conversaciones que pueden ser complejas de abordar. Por esto es importante prepararnos para poder obtener los mejores resultados de ellas.
La empatía, la gestión de las emociones, el lenguaje corporal (difícil en estos tiempos de falta de contacto físico) y verbal hacen parte de las claves principales a tener en cuenta en este tipo de conversaciones.
Abordando estos diálogos desde una actitud empática, le mostramos a nuestros interlocutores que estamos buscando una solución que brinde beneficio a las dos partes, así mismo se propicia un ambiente de tranquilidad y confianza donde los involucrados tienen la certeza que van a ser escuchados.
El manejo de nuestras emociones, al igual que la empatía se convierte en un aspecto crucial, esta autogestión nos lleva a lograr que la conversación se mantenga neutral, y sobre todo, mantener el rumbo del tema y los objetivos principales por la que se está llevando a cabo. A eso se le suma el lenguaje corporal y verbal porque por medio de estos canales podemos reafirmar o contradecir lo que estamos tratando expresar con nuestras palabras.
4 Puntos claves para abordar una conversación difícil:
1. IDENTIFICAR EL OBJETIVO DE LA CONVERSACIÓN
Al momento de prepararnos para tener una conversación difícil, debemos tener claro cual o cuales son los temas que queremos abordar, qué es lo que queremos comunicar, cómo lo vamos a comunicar y que es lo que queremos lograr con la conversación. En este punto es vital tener en cuenta que la conclusión de la conversación que nos estamos planteando es tan solo una conjetura de cómo puede finalizar la misma, ya que aún no hemos escuchado lo que nuestro interlocutor quiera decir al respecto, sin embargo se convierte en una guía para saber a dónde queremos llegar.
2. DISEÑAR EL MENSAJE A PARTIR DEL OBJETIVO
Es importante que los objetivos que queramos plantear no sean más de tres, así se le hará más fácil al interlocutor poder recordarlos. Al diseñar el mensaje lograremos tener claridad de las cosas que queremos decir y los comentarios que serían irrelevantes y que nos podrían desviar la conversación.
3. NO HACER SUPOSICIONES
Una vez terminemos de exponer la percepción de la situación y las posibles soluciones se debe ceder el turno al interlocutor y dejar que exprese sus opiniones sin ser interrumpido y sin hacer suposiciones de los comentarios que esté haciendo. Al finalizar podremos revisar las partes que no se encuentren claras y además ratificar que la otra persona entendió o interpretó lo que buscábamos transmitir.
4. TENER LA DISPOSICIÓN DE CAMBIAR NUESTRO PUNTO DE VISTA
Se debe siempre tener en cuenta que ninguno de los involucrados tiene la verdad absoluta y que el objetivo principal de la conversación es lograr que los puntos de vista sean escuchados y abrir la oportunidad de una negociación donde se llegue a un acuerdo y las partes se encuentren cómodas y satisfechas con las soluciones propuestas.
Al final, el principal objetivo es crear un ambiente donde lo primordial sea el entendimiento, donde siempre se practique una escucha activa y con objetividad en la búsqueda de las soluciones al conflicto, este tipo de conversaciones con una buena gestión puede ser un mecanismo para fortalecer las relaciones con las personas involucradas.